Se estima que más del 80% de las personas sexualmente activas resultarán infectadas por el Virus del Papiloma Humano (VPH) a lo largo de su vida sexual.

Las verrugas genitales o condilomas son la infección benigna de transmisión sexual más frecuente.  Este tipo de afección no produce cáncer, pero se aconseja su extirpación por razones higiénicas, éticas y estéticas.

Su manifestación visual depende de muchos factores tales como el sistema inmune del individuo, historial de tratamiento, tabaquismo, etc.

No existe tratamiento oral para tratar los condilomas. Los tratamientos disponibles son productos químicos tópicos o métodos destructivos físicos. La crioterapia en un método destructivo que no requiere anestesia local y que elimina los condilomas con menos cicatrices que otro tipo de tratamientos.

Se utiliza un aplicador de CryoPen® para cubrir por completo la lesión verrugosa.

Se coloca un cartucho frío de CryoPen® dentro del aplicador tras comprobar la temperatura correcta con el indicador de temperatura y se sitúa sobre la lesión, haciendo contacto y controlando el tiempo.

El tratamiento debe durar entre 20 y 45 segundos dependiendo del tamaño y volumen de cada lesión.

No resulta doloroso aunque es un poco molesto.

Se cubrirá la zona tratada con una gasa para evitar la formación de ampollas.

No se necesita ningún otro cuidado a no ser que alguna ampolla se rompa de forma prematura, en cuyo caso se utilizaría una pomada antibiótica tópica para evitar una posible infección.