Se considera micropene a aquel cuyo tamaño es significativamente más pequeño de lo que se define como normal. Aunque cumplen su función con normalidad, es importante señalar que no se trata simplemente de una cuestión estética, sino de un diagnóstico que puede tener implicaciones tanto físicas como psicológicas.
Esta condición se define en términos médicos y se considera micropene cuando el tamaño en erección del pene de un adulto es menor de 7 cm. No obstante, la incidencia para tener micropene es reducida, siendo aproximadamente 1,5 casos por cada 10.000 varones.
¿Cuáles son las causas?
El micropene es generalmente causado por una alteración en el desarrollo fetal o durante la pubertad. Esto puede ser consecuencia de desequilibrios hormonales, genéticos o problemas con la función hormonal, especialmente con la testosterona, que es la hormona responsable de los órganos sexuales masculinos, por lo que su ausencia o incapacidad de ejercer su acción en el pene puede provocar esta condición.
No obstante, existen otras causas. Algunas de ellas son:
- El hipogonadismo es una condición donde los testículos no producen suficiente testosterona, lo que afecta al desarrollo sexual. También puede deberse a causas hormonales, lo que se conoce como hipogonadismo hipogonadotrópico, que es causado por la falta de hormonas que normalmente estimulan los testículos, como la hormona liberadora de gonadotropina, la hormona luteotropa o la hormona foliculoestimulante.
- Deficiencia de testosterona en la infancia: si durante las primeras etapas de desarrollo de una persona, el cuerpo no recibe la suficiente testosterona, puede ocurrir que el pene no crezca adecuadamente.
- Mutaciones o polimorfismos genéticos que conllevan la presencia de micropene (síndromes de Prader-Willi, Kallman, Noonan, Rud).
- Idiopática: no se conoce la causa.
¿Qué consecuencias puede tener para el hombre?
Aunque la simple presencia del micropene no supone una alteración de la función eréctil ni reproductiva ni tampoco la función miccional, la presencia de un micropene puede llevar asociada otras anomalías que merecen ser estudiadas y tratadas en función del caso. Por otra parte, la presencia de micropene puede afectar al paciente en sus relaciones sociales, a su estado anímico y a su calidad de vida.
Consecuencias físicas
- Función sexual: aunque el micropene no afecta a la capacidad de tener relaciones sexuales, sí que puede influir en la satisfacción sexual.
- Fertilidad: si el micropene está relacionado con trastornos hormonales o genéticos, como el hipogonadismo, podría haber un impacto en la producción del esperma.
- Problemas de desarrollo: el micropene puede ser el resultado de un trastorno hormonal o genético, por lo que también puede afectar a otros órganos reproductivos, dando lugar a disfunciones adicionales en los testículos.
Consecuencias psicológicas y emocionales
- Baja autoestima, ansiedad o depresión: tener micropene puede generar inseguridad en muchos hombres y, por lo tanto, una preocupación excesiva por la imagen corporal.
- Impacto en las relaciones: las inseguridades en el tamaño del pene pueden interferir en las relaciones sexuales, afectando en la confianza y la comunicación.
Consecuencias sociales
- Estigmatización: algunos hombres pueden sentir que son objeto de estigmatización, especialmente si se sienten presionados por las normas sociales que valoran el tamaño del pene. Esto puede provocar sentimientos de vergüenza y aislamiento.
- Dificultades en la vida sexual: los hombres pueden encontrar dificultades para tener relaciones sexuales satisfactorias debido a la inseguridad e incluso, en ocasiones, evitan estos encuentros íntimos.
¿En qué casos se aconseja acudir a un especialista?
En cualquiera de las circunstancias en las que el pene en erección sea inferior a 7 centímetros o experimentes dificultades físicas, emocionales o de fertilidad relacionadas, debes ser tratado por un especialista urólogo y/o endocrinólogo. Además de una exploración completa, debe estudiarse el perfil hormonal y realizar un cariotipo para analizar los cromosomas del paciente.
En la infancia, el diagnóstico se puede realizar si el tamaño del pene es significativamente más pequeño que el promedio para la edad, o si existe un retraso en la aparición de características sexuales secundarias durante la pubertad.
¿Qué tratamientos existen para tratarlo?
Cuando se considera micropene, existen determinadas técnicas para tratarlo. En algunos casos, el tratamiento puede ser hormonal, como la administración de testosterona o de otros compuestos hormonales para estimular el crecimiento del pene.
En situaciones más complejas, en las que el micropene es resultado de un trastorno genético o cromosómico, el tratamiento puede implicar terapias más especializadas.
También existen intervenciones quirúrgicas de reconstrucción y aumento de pene, sin embargo, conllevan una serie de riesgos como problemas de erección o falta de estabilidad en el futuro, por lo que no son siempre recomendables.
Si sospechas que puedes tener esta condición, puedes contactar con nuestros profesionales para recibir un diagnóstico preciso y discutir las posibles opciones de tratamiento. ¡No dudes en llamarnos!