Incontinencia urinaria femenina: ¿Es la cirugía la única solución?

La incontinencia urinaria es un trastorno de elevada prevalencia, más frecuente en el sexo femenino, y que llega a afectar a aproximadamente un 24% de las mujeres españolas. Además, es una patología que ocasiona importantes consecuencias tanto en la calidad de vida de nuestros pacientes como a nivel económico, debido el gasto que supone el uso de absorbentes y otros dispositivos para paliar dicho problema.

La incontinencia urinaria es el signo que percibe el paciente, pero dicho trastorno puede tener diferentes causas y, por tanto, distintos tratamientos que no dependen tanto de la severidad de la incontinencia como de la causa subyacente.

Existen varios tipos de incontinencia urinaria diferentes, pero en las mujeres son dos los más frecuentes: la incontinencia urinaria de urgencia y la incontinencia urinaria de esfuerzo. Ambos tipos pueden aparecer de forma aislada o combinada, haciendo que nuestras pacientes puedan precisar más de un tratamiento para su control.

La incontinencia urinaria de esfuerzo consiste en la pérdida de orina asociada a la realización de actividades que aumentan la presión abdominal, como por ejemplo reír, toser, correr, levantar peso… Es consecuencia de una debilidad de los músculos del suelo pélvico, que son los encargados de sostener los órganos de la pelvis en su posición adecuada e intervienen en el mecanismo de continencia, tanto fecal como urinaria.

La incontinencia urinaria de urgencia consiste en la pérdida de orina asociada a la necesidad urgente e incontenible de orinar, así como al aumento de frecuencia miccional diurna y nocturna. Está producida por una alteración de la funcionalidad vesical, en la cual, la vejiga siente la necesidad de orinar sin que la vejiga esté totalmente llena por una deficiente relajación de la misma durante la fase de llenado, trastorno llamado “Vejiga hiperactiva” o “Hiperactividad vesical”.

Existen algunas medidas globales que se ha visto que puede mejorar el problema de incontinencia urinaria independientemente de su origen, tales como limitar el abuso de líquidos y la ingesta de irritantes vesicales como las bebidas con cafeína, las infusiones, las bebidas alcohólicas, el cacao o las comidas picantes, la limitación de ingesta de líquidos desde dos horas antes de acostarse o la micción programada cada 2-3 horas.

También terapias como la rehabilitación del suelo pélvico y la realización de ejercicios de Kegel de forma constante mejora todos los tipos de incontinencia, aunque su mayor beneficio se ha observado en la incontinencia urinaria de esfuerzo. Es por ello que es el primer escalón terapéutico en este tipo de incontinencia, resultando fundamental una evaluación del estado del suelo pélvico durante la exploración.

Una vez aplicadas estas medidas, sin conseguir la corrección del problema, el tratamiento va a ser específico para cada tipo de incontinencia.

En el caso de la incontinencia urinaria de esfuerzo, dado que el problema es anatómico, el tratamiento será quirúrgico. La técnica quirúrgica más frecuente para este tipo de incontinencia es la implantación de una malla en forma de cinta suburetral a través de la vagina. Es un procedimiento con escasas complicaciones y con una efectividad de hasta el 95%.

En la incontinencia urinaria de urgencia, al ser un trastorno funcional, el tratamiento de inicio cuando han fracasado las anteriores medidas es el farmacológico. Afortunadamente poseemos actualmente en el mercado distintos grupos de fármacos con diferentes mecanismos de acción, que nos permiten buscar el que mejor se ajuste a nuestro paciente, con la menor tasa de efectos adversos y la mayor efectividad.

Cuando el tratamiento farmacológico fracasa, existen otros tipos de tratamientos más invasivos, con técnicas como la neuroestimulación del nervio tibial posterior o sacra y la inyección vesical de toxina botulínica (botox). Ambas técnicas tienen buenas tasas de efectividad, y, en casos bien estudiados  seleccionados, también una baja tasa de efectos adversos.

Para más información sobre la incontinencia urinaria femenina, pide cita con nuestra experta en este área, la Dra. Almudena Coloma.