El Cáncer de Próstata es el tumor sólido más frecuente en el varón, y su diagnóstico se ha basado desde finales de los años 80 en la determinación de una enzima serín proteasa conocida como antígeno específico prostático, PSA. Con la implantación del cribado poblacional, el riesgo de un varón de ser diagnosticado de Cáncer de Próstata a lo largo de su vida se duplicó con la utilización aislada del PSA (de 7,3 % en 1975 a 18 % en 2012). Sin embargo, la indicación excesiva de biopsias dio lugar a procedimientos invasivos innecesarios y al aumento en el diagnóstico de Cáncer de Próstata clínicamente no significativo.
Por ese motivo, los urólogos requieren de herramientas que ayuden a seleccionar de una manera individualizada el diagnóstico y manejo de cada paciente. En la actualidad, la imagen ya es una realidad en el cáncer de próstata apoyada por la Resonancia Magnética, pero existen otros BIOMARCADORES además del PSA que se empiezan a realizar en práctica clínica.
La corriente actual de investigación se mueve en busca de un marcador específico, localizado en muestras de fácil obtención y que su técnica de detección sea práctica para su aplicabilidad a nivel poblacional. Entre estos biomarcadores existen de susceptibilidad o de riesgo.
Recientemente se ha publicado un artículo de alto impacto sobre la evidencia del uso de Biomarcadores en Cáncer de Próstata a lo largo del diagnóstico y cada fase de la enfermedad en el que han participado tres de nuestros expertos: El Dr. Juan I. Martínez-Salamanca, la Dra. Estefanía Linares y el Dr. Claudio Martínez-Ballesteros.
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