Desde hace años, se han estado llevando a cabo decenas de investigaciones para intentar determinar si realmente existe una relación entre la vasectomía y el cáncer de próstata.
En el año 2014, un estudio realizado el Departamento de Urología y Salud del NYU Langone Medical Center desató el miedo por los efectos adversos de esta intervención, al afirmar que la vasectomía incrementaba en un 10% la posibilidad de desarrollar un tumor en la próstata y, en el caso de contraerlo, aumentaba también las posibilidades de que el cáncer fuese más agresivo.
Investigaciones contradictorias
No obstante, una nueva investigación realizada en el año 2016 por la Sociedad Americana del Cáncer echó por tierra este estudio. Analizó a 364.000 hombres de más de cuarenta años de los cuales, 42.000 se habían sometido a una vasectomía.
Tras años de seguimiento, se determinó que, en aquellos varones que se habían realizado esta intervención, la probabilidad de padecer un cáncer de próstata apenas aumentaba un 1% respecto a los hombres que no se habían sometido a dicha operación.
Está demostrado que existen otros factores más determinantes en el desarrollo de esta enfermedad, como son la edad, los antecedentes familiares o la raza. No obstante, a falta de un acuerdo entre la comunidad médica, la relación entre la vasectomía y el cáncer de próstata seguirá siendo objeto de estudio.
La vasectomía no aumenta las posibilidades de padecer cáncer de próstata
La vasectomía sigue siendo uno de los métodos más fiables de contracepción en el hombre y a falta a día de hoy resultados que determine de manera significativa que la vasectomía incrementa las probabilidades de padecer cáncer de próstata, los varones pueden seguir recurriendo sin miedo a esta intervención.
