Una vez que un paciente ha sido diagnosticado de cáncer de próstata, dependiendo de su pronóstico y del tipo de tumor que albergue, se le pueden ofrecer diferentes tipos de tratamientos: criocirugía, electroporación, HIFU…
No obstante, cuando hablamos de tumores que tienen un tamaño ínfimo, presentan poca agresividad y tiene un riesgo de progresión muy bajo, existe la posibilidad de no realizar ningún tratamiento.
¿En qué consiste la vigilancia activa?
La vigilancia activa consiste en no someter al paciente afectado por el cáncer de próstata a ningún tratamiento hasta que el tumor sea clínicamente relevante. De esta forma, muchos de los pacientes que albergan cánceres que no comprometen su supervivencia pueden evitar un tratamiento agresivo que no aumentaría su esperanza de vida y que, además, tendría efectos secundarios para su salud.
El programa de vigilancia activa puede realizarse en aquellos pacientes con más de 10 años de expectativa de vida, en los que la muestra extraída de la biopsia presente un bajo porcentaje de afectación por el tumor, que tengan los niveles de PSA por debajo de 10 y una clasificación celular tipo Gleason de 6 sobre 10.
El último estudio realizado en referencia al programa de vigilancia activa, sostiene que la esperanza de vida de aquellos hombres diagnosticados de cáncer de próstata en su fase inicial que fueron sometidos a un tratamiento, era de al menos 10 años. Esta cifra era la misma para aquellos varones que decidían simplemente realizar un seguimiento y mantener la enfermedad en vigilancia.
Llegado el momento, el paciente puede iniciar un tratamiento
Ante cualquier indicio de progresión de la enfermedad, el paciente podría ser rápidamente tratado. La terapia focal con Focalyx TX es un tratamiento mínimamente invasivo del cáncer de próstata que preserva la calidad de vida del paciente, por lo que los efectos secundarios son mínimos.
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