Cáncer de riñón

El adenocarcinoma renal es el tipo de tumor mas frecuente en el riñón. Su tratamiento primario es la cirugía. Un gran porcentaje de ellos se diagnostican hoy en día de manera incidental, lo que permite en muchos casos hacer un tratamiento conservador de la unidad renal mediante cirugía parcial.

Durante los últimos años se han incorporado nuevas tecnologías en su tratamiento, con menor morbilidad, menor tiempo de estancia hospitalaria y la misma seguridad oncológica.

Los procedimientos y técnicas de los que disponemos en nuestro Centro de Urología en Madrid son los siguientes:

¿Qué es un tumor renal?

Un tumor renal es un crecimiento anormal dentro del riñón. A menudo los términos “masa”, “lesión” y “tumor” se usan como sinónimos. Los tumores pueden ser benignos malignos (cáncer).La lesión renal más común es la presencia de un área llena de líquido llamada quiste. Los quistes simples son benignos y tienen un aspecto típico en los estudios por imágenes. No progresan al cáncer y normalmente no requieren seguimiento ni tratamiento. Los tumores sólidos de riñón pueden ser benignos, pero en más del 80 por ciento de los casos son malignos.

¿Qué datos estadísticos hay acerca del cáncer de riñón?

En los Estados Unidos, ocupa el 2 por ciento de todos los cánceres. El cáncer de riñón es más frecuente en los hombres y normalmente se diagnostica entre los 50 y los 70 años de edad. El cáncer de riñón más común se denomina carcinoma de células renales.

¿Qué factores de riesgo se asocian con el cáncer de riñón?

Las siguientes asociaciones pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de riñón:

Fumar

Antecedente familiar de cáncer de riñón

Poliquistosis renal

Insuficiencia renal crónica, diálisis, o ambas

Enfermedad de von Hippel-Lindau

Esclerosis tuberosa

Exposición a asbestos, altos hornos y hornos usados en la industria del hierro y el acero

¿Cuáles son los síntomas del cáncer de riñón?

Muchos tumores de riñón no producen síntomas, pero pueden ser detectados accidentalmente durante la evaluación por algún otro problema no relacionado. La compresión o invasión de las estructuras vecinas pueden causar dolor (en el flanco, en el abdomen o en la espalda), la presencia de una masa palpable y sangre en la orina (microscópica o visible a simple vista). Si el cáncer se disemina (metástasis) más allá del riñón, los síntomas dependerán del órgano afectado. En algunos casos el cáncer causa alteraciones clínicas o de laboratorio asociadas llamadas síndrome paraneoplásico. Este síndrome se observa aproximadamente en un 30 por ciento de los pacientes con cáncer de riñón y pueden ocurrir en cualquier etapa, incluso aquellas precoces limitado al riñón.

¿Cómo se diagnostica el cáncer de riñón?​

Desafortunadamente no hay análisis de sangre ni de orina que puedan detectar directamente la presencia de un tumor renal.Cuando se sospecha la presencia de un tumor renal se hace un estudio de imagen. El primer estudio normalmente es un Ecografía o una Tomografía computarizada (TC).

¿Cuáles son las opciones de tratamiento para tumores que parecen estar confinados al riñón?

Cuando el tumor parece estar confinado al riñón (tumor “localizado”), hay tres opciones principales de tratamiento: resección del tumor, ablación del tumor y vigilancia. La quimioterapia, el tratamiento hormonal y la radioterapia no son tratamientos eficaces para el cáncer de riñón.

Resección del tumor

La resección del tumor se considera el modo estándar de tratamiento para la mayoría de los pacientes y se logra mediante la cirugía: nefrectomía. 

Una nefrectomía radical es la resección quirúrgica de todo lo que se encuentre dentro de la fascia de Gerota, incluido el riñón completo. La nefrectomía parcial es la resección quirúrgica de parte del riñón (en este caso, la parte que contiene el tumor).

El objetivo de una nefrectomía parcial es resecar el tumor completo y a la vez preservar la mayor cantidad posible de tejido renal normal. El tejido renal que se conserva puede evitar la necesidad de diálisis si ocurre un mayor daño renal posteriormente. Es posible realizar la nefrectomía mediante una incisión tradicional (cirugía abierta) o con técnicas mínimamente invasivas (cirugía laparoscópica).

Cuando no es posible resecar con seguridad el tumor con una nefrectomía parcial, se realiza una nefrectomía radical. Si elige someterse a una nefrectomía parcial, siempre existe el riesgo de que haya necesidad de realizar una nefrectomía radical.

Ablación del tumor

La ablación del tumor destruye el tumor sin extirparlo quirúrgicamente. Entre los ejemplos de las diferentes tecnologías que se pueden aplicar para la ablación se incluye la crioterapia, la ablación intersticial por radiofrecuencia, el ultrasonido localizado de alta intensidad (HIFU), la termoterapia por microondas y la coagulación con láser. La ablación puede lograrse durante a través de un acceso por cirugía laparoscópica o de manera percutánea (a través de la piel).

Como la ablación de un tumor renal es un procedimiento relativamente nuevo, todavía no se sabe cuáles son los resultados a largo plazo. Sin embargo, la ablación puede ser menos invasiva que una nefrectomía y puede ser útil en los pacientes que no pueden tolerar cirugías más extensas.

Embolización

Ésta no es una opción estándar de tratamiento, pero puede considerarse en pacientes que no pueden tolerar la resección o la ablación del tumor. También puede considerarse como un tratamiento coadyuvante a las formas estándar de tratamiento, especialmente cuando el tumor presenta sangrado activo.

 

La embolización puede detener el sangrado y permite al médico estabilizar al paciente antes de la cirugía.

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