Tratamiento de la litiasis

El tratamiento de las litiasis renales depende en gran medida del tamaño, de la ubicación y de la cantidad de cálculos en el sistema urinario. Afortunadamente, la mayoría de los cálculos pequeños (5 mm de diámetro) que no causen infección, ni síntomas, pasarán si el paciente bebe cantidades abundantes de líquidos todos los días. El consumo de dos a tres litros de agua aumenta la producción de orina, lo que eventualmente arrastrará a los cálculos renales que haya en el sistema. Una vez que han salido, no se necesita ningún otro tratamiento. El médico normalmente pedirá al paciente que guarde el/los cálculo/s que ha eliminado para analizarlos.

Además, los cólicos renales, que es el dolor repentino en el flanco que ocurre cuando los pequeños cálculos comienzan a descender por el uréter, normalmente se puede tratar con reposo y analgésicos o calmantes. Ciertos tipos de cálculos, como los que están formados por ácido úrico, pueden ser disueltos con un tratamiento médico. Sin embargo, la mayoría están compuestos por calcio y no responden al tratamiento médico.

Puede ser necesario realizar una cirugía si un cálculo:

No desciende

Es mayor de 8mm

Se comporta como obstructivo al flujo de orina

Existe una infección concomitante

Si se produce empeoramiento de la función renal

En los casos de crecimiento del cálculo

Hasta hace poco, la cirugía para extraer un cálculo era muy dolorosa y requería de un largo periodo de recuperación. En la actualidad, el tratamiento para estos cálculos ha mejorado notablemente y hay muchas opciones gracias a la Endourología (cirugía mínima invasiva en el interior de la vía urinaria).

Ureteroscopia (URS)

La ureteroscopia se realiza mediante el uso de ureteroscopios, que son pequeños telescopios flexibles o semi-rígidos que pueden insertarse por la uretra y a través de la vejiga hasta entrar al uréter sin que haya que hacer incisiones. La ureteroscopia fue desarrollada en la década de 1970 y se comenzó a utilizar ampliamente en la década de 1980. Estos instrumentos permiten al médico visualizar el cálculo ureteral de manera directa. También tienen pequeños canales de trabajo a través de los cuales es posible introducir dispositivos para extraer o fragmentar el cálculo. Generalmente se realizan bajo anestesia, y se deja una endoprótesis (catéter doble J) en el uréter durante unos días después del procedimiento.

 

Los riesgos de la ureteroscopia incluyen la perforación o el desarrollo de una estenosis (tejido cicatricial), especialmente si el cálculo se encontraba impactado en la pared ureteral. La mayoría de los procedimientos ureteroscópicos requieren una estancia hospitalaria que oscila entre las 12 y las 24h, pudiendo en ocasiones realizarse de forma ambulatoria en casos seleccionados.

Nefrolitotomía percutánea (NLP)

Este procedimiento es el tratamiento que se utiliza para cálculos renales mayores de 2 cm. En este procedimiento, el cirujano hace un corte mínimo en el área del flanco y luego utiliza un instrumento llamado nefroscopio para localizar el cálculo, fragmentarlo con láser y posteriormente extraerlo. Para cálculos más grandes pueden ser necesarias más de una intervención de este tipo para completar el tratamiento o combinarla junto a otras técnicas endoscópicas como la ureteroscopia de forma simultánea, que denominamos cirugía combinada o Endoscopic Combined IntraRenal Surgery (ECIRS).

Alternativas diagnósticas y terapeúticas

Las alternativas diagnósticas y terapeúticas disponibles en LYX son:

2

Ureterorenoscopia flexible y rígida asistida por láser Holmium

3

Cirugía Retrógrada Intrarenal (RIRS) asistida con láser Holmium

4

Nefrolitotomía Percutánea

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