El tratamiento de las litiasis renales depende en gran medida del tamaño, de la ubicación y de la cantidad de cálculos en el sistema urinario. Afortunadamente, la mayoría de los cálculos pequeños (5 mm de diámetro) que no causen infección, ni síntomas, pasarán si el paciente bebe cantidades abundantes de líquidos todos los días. El consumo de dos a tres litros de agua aumenta la producción de orina, lo que eventualmente arrastrará a los cálculos renales que haya en el sistema. Una vez que han salido, no se necesita ningún otro tratamiento. El médico normalmente pedirá al paciente que guarde el/los cálculo/s que ha eliminado para analizarlos.
